Los Toros de Guisando son un conjunto escultórico vetón que se ubica en el cerro de Guisando,
en el término municipal de El Tiemblo, en la provincia de Ávila (España).
Se datan entre los siglos
II y I antes de Cristo durante la Edad del
Hierro.
Se trata de cuatro
esculturas realizadas en granito que representan cuadrúpedos, identificados
como toros.
Algunas de las piezas presentan, en la cabeza, oquedades consideradas para la
inserción de cuernos.
Los vetones fueron el
conjunto de los pobladores prerromanos de
cultura celta que habitaban un sector de la parte
occidental de la península ibérica. Su cultura se caracterizó por su carácter
guerrero y ganadero. Construyeron asentamientos defensivos en zonas elevadas.
La importancia de la ganadería para la
subsistencia del pueblo vetón hace suponer que estas estatuas eran protectoras
del ganado, aunque ésta es solamente una de las muchas teorías planteadas en
torno a la función de estas esculturas. Se establecían en lugares en los que
abundaba el agua y el pasto para sus rebaños. El ganado -vacas, toros, cerdos-
y la caza -jabalíes-, les procuraba carne, leche, cuero y estiércol, productos
de importancia vital.
De ahí que erigiesen toscas representaciones,
llamadas verracos, de cerdos, jabalíes y toros, como éstas de Guisando.
Realizadas en bloques de granito, las cuatro figuras, de más de dos metros y
medio de largo, miran alineadas hacia el atardecer y al cerro del que toman
nombre.
La gran duda que nos queda acerca de estos
cuatro enigmáticos verracos es su función, pues pudieron tratarse de esculturas
con fines religiosos o funerarios, o bien ser protectoras de los rebaños,
dotadas de una finalidad mágica o bien como simples hitos en las cañadas o
marcadores territoriales.
Aquí hay dos vídeos. Uno sobre los pueblos Celtas en España:
Y otro sobre los Toros de Guisando:
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